FORO JAVERIANO

Foro Javeriano: ¿Qué la llevó a escoger su camino en el derecho financiero?

María Camila Silva: Inicialmente tenía un amor profundo por el derecho laboral, me encantaba ir al Ministerio a hacer liquidaciones en las tardes. Luego me fui a estudiar a Inglaterra y, al volver, a José Manuel Gómez, en su momento director jurídico de Leasing de Occidente, que me dictó Títulos Valores en el último año de derecho le pasaron mi hoja de vida, y me llamó para que trabajara con él. Incluso llegué a decirle que me gustaba era el derecho laboral, pero él insistió en que trabajara en derecho financiero con él, y terminé aceptando trabajar con él en Leasing de Occidente.

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Lo que hacía con él era sobre todo leasing habitacional, y de ahí en adelante empecé a meterme con temas de infraestructura. Trabajé con él dos años, y al salir me llamó Marcela Grand, que era la directora jurídica de Leasing Bancolombia, y ahí me potencialicé encargándome de los temas de leasing de infraestructura. Empezó a gustarme muchísimo el leasing internacional, que no tiene proformas, sino que hay que negociar e inventarse cláusulas. Mis contrapartes eran las grandes firmas de abogados, y me parecía fabuloso, aunque era supremamente demandante. Desde ahí nació mi pasión por el financiero.

 

F. J.: ¿Cómo empezó su carrera en Bancolombia y qué ha significado esta institución para usted?

M. C. S.: Estaba en Leasing Bancolombia, que era una compañía de financiamiento diferente del Banco, cuando se empieza a ver la banca como un todo, y a Leasing Bancolombia lo absorbe Bancolombia S.A.

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Cuando yo entré al nuevo equipo, eramos 160 abogados en el ámbito regional. Era un equipo de abogados gigantes y empecé a destacarme por mis habilidades de negociación, de coger estructuras difíciles, y que nunca se habían hecho. Por ese tipo de transacciones empecé a destacarme, me llamaron del equipo jurídico del Banco para la jefatura nacional jurídica de banca de gobierno, y le tenía miedo, porque es muy reglada, pero me llamó la atención saber que podría explorar otro mundo de cosas, porque se quería llevar la banca de gobierno al siguiente nivel. Me pasé a esa jefatura, y estuve trabajando en cosas súper  estructuradas. Estuve ahí un par de años y después llegó el boom del 4G. Llegaron al banco en busca de un experto en infraestructura que se metiera a negociar un contrato de concesión con la ANI en mesas de trabajo, que pudiera decir si el contrato sí se podía financiar, que advierta de riesgos y que diseñara el producto para 4G en el Banco, y dije «¡Este es mi tema!» y para esto he trabajado toda mi vida. Pedí que me dieran ese puesto y al día de hoy pienso que de las cosas que me hace respirar amor y pasión es lo relacionado con 4G.

Ha implicado muchísimos sacrificios en lo personal y laboral, pero también ha representado beneficios para el país, atraer la inversión extranjera y las estructuras jurídicas que han llegado y que no existían en Colombia. Yo puedo decir que hice la primera financiación en Colombia con bonos y créditos al mismo tiempo; eso no se había hecho acá.

En todo este camino, a partir del 4G, empezó el Banco a decir que era demasiado estructurado y sofisticado, que quienes trabajaran en esto deberían estar en la banca de inversión, donde están las inversiones grandes.

 

Desde que llegué a Banca de Inversión hubo tres cierres de 4G, que todos recordamos, y ahora te digo que amo lo que hice, aunque en su momento fue muy duro y duramos dos meses encerrados en una firma. Iba a la casa a dormir a las dos de la mañana y tenía que volver a la oficina a las ocho a seguir en la firma, y además tenía un hijo de dos años. Sin emabrgo, hoy en día pienso que valió toda la pena del mundo, y lo volvería a hacer: lo hago y me encanta. En banca de inversión empecé a volverme la especialista en temas de infraestructura y 4G. Hice bajo ley de Nueva York, empecé con los parques solares, eólicos y energías renovables no convencionales. Todo lo que te imagines para coger las transacciones más increíbles, y, a raíz de eso, hace cuatro años me nombraron gerente jurídica de financiamiento estructurado de todo el Grupo Bancolombia, y hace ya dos años me nombraron gerente jurídica de toda la banca de inversión, y quedé a cargo de todo lo más estructurado, sofisticado y chévere que te puedas imaginar. Todo eso es lo que hago.

 

Y para responder la pregunta de qué ha significado Bancolombia, te diría que es mi casa. El Banco me ha dado todas las oportunidades, las herramientas, para lograr llegar donde estoy. Mauricio Rosillo ha puesto toda su confianza en mí, y yo creo que he logrado responderle bien. Me ha dado de todo para que yo llegue a donde estoy.

 

Cuando llegó lo de energías renovables no convencionales, me mandó a un curso en Nueva York con un profesor privado explicándome a mi lado cómo hacer esos financiamientos en el ámbito mundial para que yo lo trajera y lo implementara en Colombia. El Banco me ha dado todo y ha sido mi hogar, me ha visto crecer, me ha acompañado en ese crecimiento, me vio casarme y tener mis hijos y también me ha apoyado desde ese punto de vista para seguir trabajando sin dejar de lado mi familia.

 

F. J.: ¿Qué rol cumple la banca de inversión en Colombia?

M. C. S.: Yo te diría que la banca de inversión es un habilitador para la inversión y para que se hagan negocios en Colombia. Es la encargada de estructurar transacciones que de por sí son complejas o que a simple vista son imposibles. Nosotros somos los encargados de mirar: si no es por aquí, entonces por dónde. A mí, desde el punto de vista jurídico, nunca me aceptan un no; a mí me dicen tal vez por acá no, pero ¿por dónde sí? Yo te diría que esa es la descripción de una banca de inversión: el cliente viene, pone un problema o una estructuración súper compleja, y nosotros somos los encargados de estructurarla, que sea viable para que los demás bancos la compren, participen, y logremos el desarrollo del país.

Hemos financiado propuestas energéticas, de vías, a los originadores de libranzas; hemos utilizado financiación alternativa; hicimos la primera emisión de bonos proyecto en Colombia con el túnel de Aburrá, emisiones de bonos para las grandes compañías de este país y para las medianas y pequeñas compañías, entre otras.

 

F. J.: ¿Cuál es el papel de nosotros, los abogados, dentro de una industria de finanzas y economía? ¿Qué puede hacer un abogado y cómo puede cultivarse para estar dentro de estas negociaciones?

M. C. S.: Yo diría que eso solo se gana cuando se empiezan a hacer transacciones y se gana experiencia. Yo, en una transacción y una financiación de estas, no me meto solo en los asuntos jurídicos; me meto en temas de estructura, a apoyar a los financieros, a revisar todos los contratos, y eso cada vez me fue dando más experiencia en cosas que no son 100 % jurídicas.

Yo creo que el éxito de los abogados de banca de inversión es lograr ser integrales y no limitarse a los temas jurídicos, sino en temas financieros, técnicos, y empezar a dar ideas, porque cuando uno como abogado conoce ese tipo de contratos, es capaz de dar ideas y genera valor agregado. Eso solo lo puedes hacer si tú marcas la diferencia.

A mí no me llaman porque haya un tema jurídico; me llaman porque hay un asunto de estructura que involucra temas jurídicos, pero muchas veces también de experiencia. Me preguntan cómo han sido los detalles de las últimas transacciones, y les puedo hablar de cada uno en detalle y darles recomendaciones de cosas que no son 100 % jurídicas, sino entre técnico y de estructuración. Mi jefe y mentor, Carlos Aldana a quien quiero profundamente siempre dice que uno tiene que volverse el consejero de los equipos de negocio, y cuando logras eso, la sacas del estadio porque se te abre un mundo entero más allá de lo netamente jurídico

 

F. J.: ¿A los abogados los “descrestan”, como diría Luis Carlos Reyes, con modelos econométricos?

M. C. S.: Yo le tenía pavor al modelo financiero, pero es básico; y que tú como abogado entiendas y plasmes todo lo del modelo en un contrato es súper valioso, y los financieros, estructuradores, comerciales lo adoran. Pero no todo el mundo tiene esas habilidades; no todos tienen esa misma pasión, ese entusiasmo. No digo que esté mal quedarse en lo jurídico, puedes ser súper bueno, pero de ahí en adelante puedes ir más allá.

 

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