CONSTRUCTIVAS
Una forma de prevenir el contagio del coronavirus
DESMINTIENDO CREENCIAS SOBRE LAS PRUEBAS DEL COVID-19
Los falsos negativos que se obtienen a partir de ciertas pruebas del COVID son una de las razones por las cuales no se ha frenado la propagación del virus. Por eso es importante saber qué prueba hacerse en qué momento.
Por: Carolina Montoya
Uno de los mayores problemas a la hora de controlar y prevenir la propagación del coronavirus, es que las personas no saben qué prueba deben hacerse ni en qué momento para obtener un resultado realmente acertado. Hay muchos falsos negativos, generando que haya personas que, teniendo el virus activo, salgan a la calle o a reunirse con sus personas cercanas porque creen que están sanos. No hay duda de que deberían estar aislados para no enfermar a nadie más, pero el problema está en que confían en cualquier prueba antes de asegurarse de que esa sea la más acertada para hacerse en el momento del contagio en el que se encuentran. Para poder aclarar esta situación, Foro Javeriano le preguntó sobre el tema al doctor Juan Pablo Osorio, médico internista infectólogo y miembro de la Asociación Colombiana de Infectología, quien explicó lo que se cuenta a continuación.
Para empezar, es importante tener claro el concepto de contacto estrecho. El doctor Osorio explicó que esta es la situación que se da cuando hay un contacto a menos de 2 metros, por más de 15 minutos, sin uso de elementos de protección. Cuando se da este tipo de contacto y una de las personas estaba infectada, supone un riesgo de infección para la otra. Desde este momento es importante tener claridad de qué prueba se debe proceder a hacer y en qué momento, para así lograr tener el resultado más acertado posible.
El periodo de incubación del coronavirus es, en promedio, de 14 días. Es por esto que se espera que quien haya estado en contacto con una persona infectada, desarrolle algún tipo de síntomas en este periodo de tiempo, contado desde el último contacto que se tuvo con el caso confirmado. Si se está frente a una persona que presenta síntomas, el virus se puede detectar durante los 10 primeros días de la infección, incluso uno o dos días antes del inicio de los mismos, con la prueba que se hace vía nasal. Esta prueba se denomina PCR (reacción en cadena de la polimerasa), y funciona porque el virus se puede detectar en secreciones respiratorias mediante pruebas como la mencionada anteriormente. Luego de este periodo inicial se generan anticuerpos (defensas) contra el virus, que pueden ser detectados con las pruebas de sangre. Estas son las pruebas rápidas y las pruebas ELISA.
El problema real aparece con las personas asintomáticas. Quien tenga un contacto estrecho con un caso positivo y sea asintomático, debe realizarse la prueba de PCR (la de la nariz), dentro de los 7 y los 14 días desde el contacto. Antes del séptimo día hay una mayor posibilidad de obtener un falso negativo, ya que es desde ahí que se espera identificar el virus en secreciones respiratorias. Es por esto que la prueba de PCR va a ser la recomendada para obtener el resultado más acertado. Las pruebas en sangre, es decir las pruebas serológicas, solo van a ser útiles después de los 14 días del contacto. Aún así, como lo explica el doctor Osorio, “las técnicas para su detección tienen baja sensibilidad, que se traduce en probabilidad de resultados falsamente negativos (no detectar anticuerpos en personas que han estado infectadas).” Las pruebas de sangre en pacientes asintomáticos han tenido un bajo rendimiento, y es por esto que el infectólogo recomienda no realizar este tipo de pruebas de rutina, ya que un resultado negativo no descarta de forma confiable la infección. En caso de que dicha prueba salga positiva, la infección pudo haberse dado entre los 10 días anteriores a la prueba y hasta los 2 meses previos a la toma de la misma.
A partir de lo explicado por el infectólogo Osorio, se recomienda a las personas asintomáticas que hayan estado en contacto estrecho con un caso confirmado, hacerse la prueba de PCR (la de la nariz). Esta debe ser realizada dentro de los 7 y los 14 días después haber tenido el contacto para obtener un resultado acertado. En cuanto a las pruebas de sangre, estas deberían hacerse únicamente después de los 14 días de haber tenido contacto con la persona con coronavirus, ya que antes de esto no van a ser útiles porque el cuerpo todavía no va a haber generado defensas. De todas maneras, no se recomienda confiar únicamente en el resultado de las pruebas de sangre, por los argumentos presentados a lo largo del artículo.