2019-I
FUTBOLISTAS, ¡FELIZ DÍA DE LA MUJER!
Juliana Waldraff
¿Qué pensaría usted si dijeran que a partir de este año las empresas colombianas solo pueden contratar personal de 23 años o menos y que todos aquellos que tengan una edad superior a esta deben dejar su puesto de inmediato?
Absurdo, ¿cierto?
Esto es lamentablemente lo que está sucediendo hoy en día con las mujeres futbolistas de nuestro país. Resulta que las directivas ya no quieren incluir a las llamadas “problemáticas” futbolistas de la categoría de mayores, ni en los procesos de Selección Colombia, ni en el torneo nacional femenino. Es que ellas exigen muchas cosas, es decir, como se les ocurre pedir 60 mil pesos de viáticos para asistir a la convocatoria nacional. ¡La federación podría quebrar!
Otro absurdo por aquí, ¿cierto?
Parece que si damos tres pasos hacia adelante siempre van a estar estos poderosos queriendo hacer que demos cuatro hacia atrás. La liga profesional femenina que se había convertido en el sueño cumplido de mi generación, la generación de las mujeres que tuvieron que romper ventanas porque ni puertas había para el fútbol femenino, hoy es otra vez un escalón por subir, pues nos la quitaron. ¿Por qué? Por hablar, por dejar de callar los abusos, que van desde lo laboral hasta lo sexual, por dejar de callar los malos manejos, las injusticias, por abrir esa verdad incómoda que estos no muy escrupulosos empoderados han querido ocultar por tantos años.
Se tomaron el fútbol y lo convirtieron en un sainete con bastante ánimo de lucro pero que aseguran no es rentable. ¡Qué paradoja! Lo han saturado de demostraciones de falta de planificación que han hecho que las mujeres no logren la realización profesional íntegra en Colombia.
No son las futbolistas, son los directivos los que impiden el desarrollo del fútbol femenino profesional porque está claro que aquí sí hay buenos elementos, tenemos grandes jugadoras que han entregado incluso más de lo que han recibido a cambio. Dicen que no hay presupuesto pero sí, sí lo hay. Ojalá hubiera más pues está claro que el fútbol es un deporte capaz de mover grandes números, pero también está claro que solo sucede en manos de personas que como mínimo, sean suficientes. ¡Qué lástima por nosotros, digo por NOSOTRAS!
La FIFA ha entregado un poco más de 1 millón de dólares por año para el fútbol femenino colombiano, ¿Cuál ha sido su destinación específica? ¿A dónde se va el dinero que entra? ¿Cómo hacemos para buscar más dinero, cómo hacemos para que alguien nos crea e invierta en un proyecto saboteado como este?
Está claro que la falta de patrocinios se debe a la escasa transparencia que hay en todo esto, se debe a la constante incertidumbre que vive el fútbol femenino. ¿Habrá liga? Es la pregunta de siempre.
Por ahora parece que el señor presidente de Difutbol creó un torneo amateur sub-23 para quitarle al pobre señor presidente de la Dimayor el grave dolor de muela que le causa la liga profesional femenina.
Por ahora los pactos recientes firmados con el gobierno donde se protegen los derechos laborales de las mujeres son descaradamente desconocidos por parte de los directivos del fútbol colombiano.
Por ahora nos privamos de apreciar en las canchas a nuestras mujeres futbolistas en su mejor etapa de madurez deportiva.
Por ahora y desde hace rato rato rato seguimos esperando que las declaraciones acéticas del señor Camargo sean sancionadas, como mínimo, por la comisión disciplinaria.
Buenas noticias, todo esto es por ahora, ya verán que viene.
¡Feliz día de la mujer!