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Llega el momento de decidir
COLOMBIA, SE APROXIMA EL 2022
Atravesamos tiempos difíciles, las instituciones pierden legitimidad y la desconfianza se acrecienta, sin embargo, el caótico y fascinante mundo de la política no se detiene. Hagan sus apuestas señores, ya viene una nueva elección.
Por: Juan Pablo Prieto Rodríguez
Es hora de empezar a barajar las cartas, se avizora un nuevo capítulo de las elecciones por la presidencia de Colombia. Las diversas fuerzas políticas comienzan a organizarse, de derecha a izquierda y de izquierda a derecha, pasando por el centro, claro está. Inicia la carrera más importante del cuatrienio, mientras todos divisan un objetivo común, cruzar la línea de meta y conquistar la Casa de Nariño.
Los presidenciables ya proyectan sus candidaturas de cara a unos comicios que, a priori, aparentan ser parejos. La realidad del espectro político no permite identificarlos a todos a ciencia cierta, tampoco fijar tendencias marcadas, ni mucho menos identificar favoritismos diáfanos, sin embargo, hay nombres importantes en la bolsa. Entre ellos, destaco a los que considero más viables (prescindiendo de cualquier orden), Sergio Fajardo, Gustavo Petro, Rodolfo Hernández, Alejandro Char y Federico Gutiérrez. ¿Qué decir de todos?
Para empezar, el matemático Fajardo, siempre criticado por su absentismo y silencio frente a los temas álgidos, mantiene su posición de “centro”, inmerso en el fuego cruzado entre la derecha y el Petrismo. Por un lado, el expresidente Uribe lo rotula de Santista, por el otro, la Colombia Humana solloza (a diario) y le recrimina por la dolorosa derrota de su vaca sagrada. Ajeno a lo anterior, él en su ley, indiferente ante las etiquetas, porta las banderas de la educación, confianza ciudadana, transparencia y la supuesta solución frente a la polarización.
Por su parte, Petro mantiene su ilusión, apelando al fortalecimiento del Estado, para atender las necesidades de educación, salud y asistencia social. Adicionalmente, dice ser el candidato de la paz, justicia social, medio ambiente, desarrollo sostenible y defensor de los sectores marginados. Si bien cuenta con un número considerable de seguidores, el senador y ex M-19 sigue generando rechazo, por el marcado temor de muchos ciudadanos hacia la izquierda.
Continuando, encontramos al ex alcalde de Bucaramanga, el ingeniero Rodolfo Hernández, quien, a pesar de sus 75 años, afirma con vehemencia ser la cura contra la corrupción. Con su particular estilo, directo y atrevido, el empresario busca llegar a los electores con un discurso “antipolitiquero”, propugnando por la reducción burocrática del Estado y acudiendo a fuertes sanciones para aquellos funcionarios públicos que omitan la ley.
Por último, tenemos a los ex alcaldes de Barranquilla y Medellín, quienes aún no manifiestan su aspiración presidencial. A pesar de ello, tienen perfiles interesantes, pues sus gestiones son ampliamente aprobadas en ambas ciudades. Char cuenta con el respaldo del grupo económico y político más fuerte de la costa; mientras que “Fico”, es visto como una cara fresca de la política antioqueña (plaza fuerte). De todas formas, ninguno escapa de las críticas, el uno, por representar a las “maquinarias tradicionales” dado su vínculo al Cambio Radical, y el otro, por ser asociado como el próximo candidato de Uribe.
Otro tema a examinar, ¿qué puede esperarse del Uribismo para 2022? Aunque las encuestas reflejan aprobación para la gestión Duque, considero que no termina de consolidarse esa buena relación entre el partido de gobierno y los gobernados. Asimismo, soy escéptico frente a candidatos como Rafael Nieto, Paola Holguín, Carlos Holmes Trujillo o incluso Paloma Valencia. En mi opinión, es probable que recurran a alianzas, pues, como viene la mano, la división en la derecha puede derivar en un triunfo del ex alcalde Petro.
No sobra mencionar otras alternativas que pueden llegar a pedir pista y generar interrogantes. ¿El ex gobernador de Nariño, Camilo Romero? ¿La matriarca del Valle, Dilian Francisca Toro? ¿Un Galán? ¿Jorge Robledo? ¿Algún liberal o conservador? ¿Fernando Carrillo? En fin, posibles opciones que no pueden ser descartadas (así no sean claras), pues a veces los actores de reparto dan la sorpresa - o sino pregúntenle al presidente Duque -.
Lo único cierto es que la contienda adquiere un ingrediente extra, pues además de la incertidumbre institucional y las condiciones adversas, propias del país, se suma el brusco golpe propiciado por el desdichado virus. Alguien debe afrontar la gran ola de violencia que sacude al país, los problemas de inequidad, y sortear las secuelas económicas de la pandemia. Así las cosas, y a pesar del infortunio, la función debe continuar, ojalá, con el protagonismo de un líder que tenga la determinación y capacidad para sacar el país adelante.
*¿Mi predicción? Hoy 24 de agosto de 2020, sin ánimo de creerme adivino, considero que está entre Fajardo, Petro y Gutiérrez, pero, atención a las coaliciones, ya que seguramente serán determinantes.