CONSTRUCTIVAS
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La Realidad del Deporte en la Javeriana: ¿Apoyo o Ilusión?
A pesar de su prestigio académico, la Pontificia Universidad Javeriana ofrece un apoyo decepcionante a sus deportistas, caracterizado por la falta de recursos financieros y acceso limitado a instalaciones.
Fuente: Pexels
Por: Eduardo José Aldana Salazar
Nota: Las opiniones y afirmaciones acá contenidas son de la autora, no de Foro Javeriano como periódico estudiantil ni del resto de sus miembros o LEGIS como diagramadores.
La Pontificia Universidad Javeriana, reconocida por su excelencia académica, también se presenta como un terreno fértil para el desarrollo deportivo. Sin embargo, al investigar el apoyo que reciben los deportistas, la realidad se transforma en un enigma lleno de sorpresas y, en ocasiones, decepciones que podrían hacer fruncir el ceño a cualquier aficionado.
Es por eso que Foro Javeriano decidió hablar con deportistas de diversas disciplinas. ¿El objetivo? Entender cuál es la realidad que viven día a día los deportistas que representan a la universidad en los diferentes eventos en los que siempre dejan en alto el nombre de esta.
Cuando se les preguntó sobre el apoyo que brinda la universidad para organizar actividades y eventos, la respuesta fue clara: se prestan algunas instalaciones, como canchas y coliseos. Sin embargo, para muchos deportistas, este respaldo se percibe más como un gesto simbólico que como una verdadera inversión en su desarrollo. La falta de recursos financieros es un secreto a voces en los pasillos de la universidad y se convierte en el elefante en la habitación. Muchos estudiantes expresan su frustración al ver cómo las promesas de apoyo se desvanecen ante la realidad: mientras algunos deportes, como fútbol y baloncesto, reciben atención prioritaria, otros, quedan relegados a un rincón olvidado del campus.
Esta desigualdad no solo afecta el rendimiento deportivo, sino que también impacta la moral y motivación de quienes luchan por representar dignamente a su universidad. Aunque existen instalaciones disponibles, su acceso es limitado y no siempre equitativo, convirtiendo la búsqueda de un espacio adecuado para entrenar en una odisea moderna. Esta falta de consideración por parte de la administración deja a muchos deportistas sintiéndose como ciudadanos de segunda clase dentro de su propia institución.
En cuanto a la promoción y difusión de sus iniciativas, la universidad utiliza sus plataformas digitales para dar visibilidad a los eventos deportivos. Sin embargo, esta visibilidad no se traduce en un apoyo tangible. Los deportistas sienten que la universidad juega a ser un buen samaritano digital sin comprometerse realmente con sus necesidades. La comunicación con las autoridades es percibida como lejana y burocrática; es como si hubiera una barrera invisible que impide un diálogo genuino y efectivo.
En el tema de la capacitación, la universidad también se raja. Las oportunidades son escasas y muchas veces superficiales. Aunque algunos grupos reciben talleres y capacitaciones, muchos deportistas sienten que esto es solo un parche temporal. La falta de programas específicos para deportistas que están en deportes no tan populares resalta una vez más la necesidad urgente de un enfoque más inclusivo y comprometido por parte de la universidad.
A pesar de estas experiencias negativas (las cuales no son raras entre los deportistas javerianos), formar parte de un grupo estudiantil ofrece beneficios significativos en términos de desarrollo personal y profesional. Las amistades forjadas y el sentido de pertenencia brindan un alivio ante tantas adversidades. Sin embargo, muchos sienten que su impacto en la comunidad universitaria es limitado; aunque hacen esfuerzos por participar activamente, su trabajo no siempre es reconocido ni valorado.
Para mejorar el apoyo que reciben los deportistas, sería genial que la universidad hiciera un estudio de factibilidad para aumentar las becas y descuentos en matrículas, porque, seamos sinceros, ¡los costos son más altos que un salto de baloncesto! Deberían existir becas no para deportivas ¿o qué tal si se implementan incentivos económicos por representación estudiantil en comités o eventos? Imagina que cada vez que un estudiante compita, reciba una bonificación o descuento en su matrícula. Esto no solo beneficiaría a los deportistas, sino que también ayudaría a redistribuir recursos de manera más equitativa en el campus. Aumentar las becas y establecer incentivos es clave para transformar el panorama deportivo de la Javeriana.
Aunque hay aspectos positivos en el apoyo brindado por la Pontificia Universidad Javeriana a sus deportistas, queda claro que existen áreas críticas que requieren atención urgente. La falta de recursos financieros adecuados, espacios físicos limitados y una comunicación deficiente con las autoridades son temas recurrentes que afectan negativamente la experiencia deportiva de muchos estudiantes. Si la universidad realmente desea cumplir con su misión educativa integral, es fundamental reevaluar su enfoque hacia el deporte estudiantil y buscar formas efectivas de apoyar a todos sus grupos deportivos sin distinción. Al final del día, lo que está en juego no son solo trofeos o medallas; se trata del desarrollo integral y humano de cada uno de esos jóvenes atletas que representan el futuro del deporte universitario.